Debido a malos hábitos de higiene bucal, técnica deficiente de cepillado, tabaquismo….se acumulan restos de alimentos y otros irritantes que favorecen la proliferación de bacterias que generan inflamación, enrojecimiento, sangrado y dolor en la encías.

Si no frenamos dichos síntomas la situación puede empeorar y provocar movilidad dentaria, mal aliento, sangrado abundante y pérdida de dientes (por la pérdida de hueso que ha provocado la enfermedad periodontal).

Es imprescindible realizar tratamiento periodontal desde los primeros síntomas consistente en la eliminación de todo residuo de placa y cálculo depositado sobre los dientes o debajo de la encía. Con limpieza de boca, raspado y alisado radicular (curetajes) y ocasionalmente medicando con antibióticos podemos frenar y controlar la situación.